sábado, 3 de abril de 2010

FRU FRU

Leandro se despertó aquella mañana con una resaca que estallaba su cabeza, la jarana había sido a todo dar, habian dormido sobre unos pellejos de carnero que algún buen parroquiano allí en esas gélidas tierras nos había prestado, de pronto gritó alarmado:
-¡¡Misha, German!!, uno bultos en la penumbra se movieron y murmuraron,
- ¿mmmfffffffffff?, y de otro sitio, ¿¿Ahhhh?,
Y por ahí alguien grito: ¡ajo! ¡ Oe Leandro deja dormir chesssssss, oe toda la noche has fregado y siguen!, y nuevamente el silencio
Leandro se incorporó y comenzó a patear los bultos, que ahí despatarrados estaban en el piso cubiertos con ponchos multicolores algunas frazadas y sacos de dormir.
¡¡¡Arriba!!!, ¡¡¡Borrachos!, ¡pa’ eso chupan!!!!!, blasfemaba
¡¡¡¡¡¡Calla mare!!!! Alguien espeto ¡may!, - arrancando risas de los demás que se hacían los dormidos, ¡¡ya ones!, volvio a espetar, pero al final todos se movieron y entre murmullos y carajadas, se espabilaron,
¡Al ensayo!, Gritó por última vez, y todo el elenco de danzas, se incorporo, se acomodaron los zapatos y rápidamente se ubicaron en la canchita contigua al cuarto donde habían pernoctado, aun dormidos, los últimos chicos del Grupo de Música y danzas de la universidad, corrieron hacia el campo de fulbito.
Ya el “Negro”, así le llamaban al Director del Centro de Folklore de la Universidad sin que el lo supiera, por supuesto, estaba en el centro del campo deportivo y se aprestaba a llamar lista, pronto las bromas y anécdotas de la noche anterior se escuchaban mientras desarrollában el ensayo de las coreografías que esa noche pondrían en escena
- oe cebiche, oe te pasaste, ayer le caíste a la flaca, ¿no?-
una mirada fría y el silencio por respuesta que dejaba oír la melodía del Phallchay, una danza de Apurímac muy alegre y la tácita respuesta, todos se miraron aceptando que cebiche le había “caído” a la flaca de obstetricia, algunos se miraban en franca complicidad y asentían con la cabeza, luego de dejar a Misha, a cargo del ensayo, porque el no había salido a la juerga de la noche anterior y ese era su premio de hoy, el Negro se fue a coordinar con los señores que habían invitado a la delegación a esa linda tierra de Huaraz.
- haber ompañeros, aso dos de phallchay-, y todos seguían dicho paso, cuando alguien se equivocaba, Misha paraba la grabadora y lo reprendía.
- -¿pañero!-, con voz de perdonavidas - asi no es el paso, hay que fstar el pie deregrfcho y luego hasrber en el avance, y aamas cuando le otdca elk apaps hacerns nesteres ¿entendio pañero?-
y el compañero lo miraba como en Babia, y Misha terminaba diciendo
-mejor lo hago yo ¿ya?- y el asombrado compañero respondio - si compañero mejor-le repondio avergonzado
y así entre la risa contenida de todos continuaba el ensayo, es que a veces Misha, cuando hablaba varias frases seguidas, cuando estaba nervioso apenas se le entendía, pero le guardában un especial aprecio y respeto pues era un gran bailarín de danzas de la zona central.
Al final de esa noche en la presentación, como siempre fue apoteósica, con un Coliseo lleno y la sonrisa a flor de labios de los anfitriones, en la cena y el festejo, decía muy a las claras que la presentación había sido soberbia y un éxito total, muy pronto algunos se retiraron a dormir , antes de eso el Director aviso que al día siguiente, muy de mañana, irían a conocer algunos parajes turísticos y diferentes lugares para pasear, lo que recibieron con gran algarabía , así se quedo y algunos se retiraron a dormir otros a continuar la juerga con algunos parroquianos que los esperaban, pues al haberles gustado la presentación y como ellos eran de los lugares de donde provenían las danzas que habían presentado, estaban emocionados y querían agradecer a su modo y bueno la fiesta continuo.
A la mañana siguiente después del desayuno, todos fueron hacia algunos lugares turísticos y paradisíacos, muy lindos y bellos que el esplendoroso sol hacia mas hermosos aun, así hasta que una parte del grupo llegó hasta un puente con sistema de oroyas, emocionados y con espíritu aventurero, cada uno abrazando a sus enamoradas pasó de una ribera a otra, así Misha con Maribel de Ingeniería, luego Herman con Naty, Cebiche con Brenda, Leandro con Hanna , haciendo palomillada y media, moviendo las canastillas que provocaban el “terror” en las chicas sanmarquinas, luego ya en la otra orilla, posaban para las fotos de rigor y luego cada uno se tomaba fotos con poses a cual mas excéntrica, celebrando con grititos y silbidos sus poses, pronto le toco a Misha y se apoyo en el cable que sostenía la oroya y comenzaron a disparar los objetivo, de pronto un rictus de dolor en el rostro de Misha no los alarmó, sino que hizo que se rieran con mayor fuerza, pues todos creían que preparaba otra de su acostumbradas bromas, pero la mano derecha de él seguía apoyada en el cable de la oroya y comenzó a gritar - ¡¡pañeros!!, ¡¡¡fafruusfafru!!!, ¡¡¡ furusu!! ¡¡ la froya ¡!!l La froya!!!- todos se carcajeaban a mas no poder, de pronto Leandro, cayo en la cuenta de que no era broma, pues de su mano comenzó a manar un hilillo de sangre y se apresuró a sacarlo de aquel apuro, pronto se dieron cuenta que la mano había sido atrapada por el cable y la rondana de la oroya, pero la gente lejos de auxiliarlo se mataba de la risa, Herman y Leandro se apresuraron a retirar la oroya a viva fuerza, logrando soltar la herida mano de Misha, pero la risa era general, sin embargo nosotros consolábamos a Mischa, aunque sin esconder nuestra risa
-jajajaja- , -es que Misha-, le decían entre risa y risa -jajajajaja, no se te entendía, jajaja, y se reían todos.
- solo te escuchábamos decir afru fru, ah fru fru y jajajaja- asentían todos
Bueno ya repuesto del susto y el dolor, con la mano vendada, seguían todos comentando risueñamente esa anécdota, y se hizo toda una historia, lo cierto es que ya después en la celebración, que como despedida realizaban al afamado elenco universitario los anfitriones, seguían comentando aquel aciago incidente de Misha, de pronto alguien propuso hacer un brindis y todos elevaron los vasos con la espumosa cerveza, pero Misha, que estaba distraído o adolorido, no se dio cuenta que todos estaban brindando, cuando alguien le grito desde el fondo del salón
¡Salud! ¡FRU FRU!!, y Misha como volviendo de su ausencia rápidamente escancio su vaso, causando la risa general, esa noche nació nuestro querido Fru Fru.
Hoy debe ser un gran ingeniero, que seguramente, se cuida de contar ese sabroso pasaje de su vida, para que no le llamen Ingeniero Fru fru.